El domingo de pasión, más conocido como Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa y el final de la Cuaresma.
Además, se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén arriba de un burro y aclamado por la multitud; días antes de su pasión, muerte y resurrección.
Los ramos de olivo y de palma que se utilizan en la celebración del Domingo de Ramos son un símbolo de la bendición de Dios, de su protección y ayuda. La tradición indica que deben colocarse sobre un crucifijo o cuadro religioso para recordar que se trata de algo sagrado. Además, el color litúrgico de la celebración es el rojo, que representa la Pasión del Señor.
Se da a este día el nombre de Domingo de Ramos precisamente porque Jesús fue obsequiado con sinnúmeros ramos por sus seguidores, sobre todo de condición humilde, mientras cantaban y vitoreaban: «¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!»;
Según monseñor Luis Cabrera Herrera, la entrada expresa el amor incondicional de Dios con los excluidos por los ‘poderosos de la tierra’, esperando una fecha de acogida, perdón y solidaridad.
Las ceremonias presenciales están garantizadas con el cumplimiento estricto de las normas de bioseguridad; mascarilla, distancia social, desinfección de manos. El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana comunicó que se anulan las procesiones, y los eventos en persona tendrán que cumplir las recomendaciones de salud dictadas por las autoridades.
Además recomienda a las personas de riesgo, como adultos mayores o enfermos, mantenerse en casa: “Las ceremonias serán retransmitidas por redes sociales, de forma que puedan participar desde sus propios hogares”.