Comerciantes de mariscos conservan los precios y otros suben el costo.
Ligeras alzas en los precios de varios pescados y mariscos se registran en Guayaquil. En el mercado municipal Caraguay, situado en el sur de la ciudad, los comerciantes aseguran que la variación de precios no es constante sino ocasional y según la oferta y la demanda.
En los diferentes puestos de este mercado, los comerciantes de mariscos llaman a los usuarios ofreciéndoles sus productos para tratar de obtener réditos.
Roberto Terán, quien expende camarones en este centro, comentó que debido a las dificultades de la pandemia se ha disminuido la producción y tuvo que subir la libra de este producto a 3,20 dólares, además indicó que semanas atrás la libra de camarón se vendía hasta en 2,30 dólares.
Joselyn Magallanes, vendedora de ese mercado, explicó que “Cuando hay escasez de camarón pequeño y mediano suben los precios de la libra a 1,60 dólares y en el momento que hay abundancia la libra disminuye a 1,30 dólares″.
Por su parte, Jacinto Méndez, también comerciante dijo que hay otros productos que también han incrementado su valor en los últimos días. La libra del pescado carita se comercializa a 1,90 dólares y el bagre ha subido de 1 dólar a 1,20 dólares. “Subo los precios dependiendo de si hay bastante pesca o no”.
Otros vendedores de camarones han optado por subir los precios de la libra de camarón con estrategias, sin cabeza a 3,10 dólares y con cabeza a 2,10 dólares, no obstante, otros vendedores han decidido mantener el precio de los mariscos.
“Las ventas están muy bajas, a veces se nos daña el producto porque casi nadie compra, pero sí nos mantenemos con los mismos costos”, refirió Xavier García, comerciante de pescados, aregó que la libra de albacora se mantiene en 3 dólares.
“En algunos puestos están caros los mariscos y en otros no. Sería bueno que todos tengan un mismo precio”, relató Sofía Menéndez, habitante de Mucho Lote 1.
Además, el precio del picudo redujo su precio a 5 dólares la libra, cuando hasta hace un mes costaba 6 dólares.
El precio de pescados como albacora, espada y picudo se mantiene inalterable en las últimas semanas en los lugares de expendio en Manta. Incluso el costo del picudo ha tenido una reducción en su precio con relación a las últimas semanas.
Guillermo Vera, comerciante en el local de ventas de Playita Mía en la parroquia Tarqui, señaló que el precio del picudo bajó a 5 dólares la libra. Hasta hace varias semanas, el valor era de 6 dólares.
El precio de la libra de albacora en lomo (solo carne) está entre 3 y 3,50 dólares, mientras que la libra de albacora con hueso es de 2,50 dólares.
“No ha variado el precio, lo único que ha subido algo y es porque ya comienza a escasear es el dorado que antes costaba 2 dólares y ahora está a 3 dólares la libra”, declaró Vera.
John Vera, presidente de la Asociación de Comerciantes de Pescados Mayoristas 5 de Marzo, también refirió que el precio de los pescados no se ha incrementado.
Comerciante mayorista, declaró, “Se mantienen los precios, incluso el costo de algunas especies pero congeladas cuesta menos que el pescado fresco. Ahora, por ejemplo, ya comienza a escasear el dorado, que en este año se obtuvo una gran cantidad y piezas más grandes”.
En las mesas de Playita Mía los usuarios también coinciden en que el precio se ha mantenido en las últimas semanas. Luis Macías dijo que, en su caso, se le facilita adquirir otros productos ante el incremento en el precio del pollo.
“Uno puede conseguir hasta en 2 dólares la libra de albacora, pero congelada, que es una buena opción, incluso su precio se reduce si uno compra unas libras más”, declaró Macías.
Jimmy López, presidente de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas del Ecuador (Fopae), indicó que durante varios años el precio de especies como albacora, picudo, dorado y hasta corvina o pez espada se ha mantenido sin que incremente, algo que genera pocas utilidades a los pescadores, pues quienes se benefician en gran medida son los intermediarios.
López, “Debemos hacer un análisis a esto, los pescadores son los que con su esfuerzo y pasando peligro hacen las capturas pero reciben poco, y son los intermediarios los que se benefician, y eso debe cambiar”.
Foto cortesía José Beltrán