La Judicatura espera nombrar a los nuevos siete jueces de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), hasta febrero de 2024. La etapa de postulación concluyó el 19 de agosto de 2023 y ahora las carpetas de los aspirantes están en proceso de revisión. Según la normativa ecuatoriana, la CNJ se integra de 21 jueces. Sus miembros son elegidos para nueve años, pero cada tres se debe hacer una renovación parcial en tercios. Por esta razón, son siete las vacantes para este proceso.
Aunque el concurso apenas se inicia y, por el momento, no ha habido observaciones de falta de transparencia o problemas técnicos, el proceso ha generado ciertas dudas por la idoneidad de la Judicatura para elegir a los máximos magistrados de la justicia ordinaria. El Consejo de la Judicatura pasa por un mal momento. Dos de sus vocales, Juan José Morillo y Ruth Barreno, son procesados por supuesto tráfico de influencias. Se los señala por presionar a jueces y está pendiente la decisión de su llamado a juicio.
Además, Xavier Muñoz, otro de los vocales, tiene en su contra una investigación previa por supuesto lavado de activos. Las sospechas responden a acciones anteriores al ejercicio de su cargo público. Aunque la crisis no termina ahí, la Judicatura está en la mira de la Fiscalía por una supuesta obstrucción a la justicia relacionada al proceso que involucra a Morillo y Barreno. Sus instalaciones habrían sido allanadas. Ese caso estaba a cargo del exjuez Walter Macías.
Sin embargo, 72 horas antes de que Macías resuelva si los vocales van a juicio, la Judicatura le notificó con una destitución, acción que ha sido puesta en duda por la forma en la que se aprobó. Solo Wilman Terán, presidente de la Judicatura, y Muñoz votaron a favor de esa resolución. Morillo, Barreno y Fausto Murillo, los otros integrantes, se abstuvieron.
Por esta razón, según la grabación de esa cita que fue reservada pero que ya está en manos de Macías por orden legal, la secretaria del CJ dijo que no había mayoría. Sin embargo, Terán la corrigió y le dijo que los votos abstentivos no son considerados votos, por lo que -según él- los dos votos afirmativos constituían una mayoría y por eso Macías fue destituido.
Macías interpuso una acción de protección para volver a su cargo. Él era uno de los magistrados que deberá salir de la Corte en esta renovación, por eso se inscribió para buscar la reelección. Sin embargo, ahora duda que el concurso llegue a buen término.
El concurso, que es el mecanismo vigente, tiene malos antecedentes. Los cuatro procesos anteriores para renovación y elección de jueces nacionales fueron observados por participantes, veedores y actores políticos. Y, posteriormente, esas observaciones fueron ratificadas por la propia Contraloría General del Estado.
Foto cortesía: Primicias