En los primeros seis meses de 2024, más de 88.000 ecuatorianos salieron del país sin regresar, según datos del Ministerio del Interior. Este número representa un aumento significativo en comparación con el mismo período de 2023, cuando 55.911 ecuatorianos dejaron el país. En términos porcentuales, esto se traduce en un incremento del 58,98%, con 32.965 personas adicionales emigrando.
Muchos de estos migrantes han tomado la peligrosa ruta a través de la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá. Esta región es conocida por ser una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. La Agencia de la ONU para los Refugiados informó que de enero a mayo de 2024, 170.014 personas de diversas nacionalidades atravesaron el Darién, y 12.128 de ellos eran ecuatorianos, siendo la segunda nacionalidad más numerosa después de los venezolanos.
Los motivos principales de esta migración son la búsqueda de empleo y la necesidad de escapar de la inseguridad y violencia en Ecuador. Además, la mayoría de los migrantes enfrenta riesgos significativos durante su travesía. Según la ONU, el 65% de los migrantes reportó haber sido víctima de robo o fraude, el 36% sufrió amenazas o ataques, y el 42% vio entre uno y quince cadáveres en la selva.
La situación refleja una crisis migratoria creciente, con un número cada vez mayor de ecuatorianos dispuestos a enfrentar peligros extremos en busca de una vida mejor fuera de su país de origen.