Desde abril de 2024, Venecia ha implementado nuevas restricciones para controlar el turismo masivo y proteger la ciudad, entre estas medidas se incluye el cobro de una entrada y la limitación del tamaño de los grupos turísticos, esta decisión busca mantener la movilidad de los peatones y proteger a los residentes de la ciudad.
Venecia comenzó a cobrar una entrada a los turistas el 25 de abril de 2024, en un programa piloto que duró hasta el 14 de julio, recaudando aproximadamente 2,25 millones de euros, este peaje turístico de 5 euros se aplicó a quienes querían visitar la ciudad entre las 08:30 y las 16:00 horas durante 29 días al año, de abril a julio, a partir del 1 de febrero de 2024 también se estableció que los grupos guiados no pueden superar las 25 personas, además los guías tienen prohibido el uso de altavoces para evitar la perturbación a los peatones. El Ayuntamiento de Venecia aprobó estas medidas por unanimidad, destacando que su objetivo es proteger a los residentes y promover la movilidad peatonal tanto en la ciudad como en las islas de Murano, Burano y Torcello, además buscan combatir el ejercicio abusivo de las profesiones turísticas, los grupos de turistas no pueden detenerse en lugares que obstaculicen el flujo peatonal, especialmente en los puentes y sus rampas de acceso, los guías deben mantener a sus grupos alejados unos de otros para evitar aglomeraciones.
Las restricciones no se aplican a grupos de estudiantes en visitas educativas ni a explicaciones dadas dentro de vehículos terrestres o náuticos durante el embarque y desembarque, el Ayuntamiento de Venecia está considerando aumentar el peaje de entrada a 10 euros para 2025, con una tarifa básica de 3 euros para quienes reserven con antelación, pero elevando el precio en días de mayor actividad.
Estas nuevas restricciones en Venecia reflejan un esfuerzo por gestionar el turismo masivo y preservar la calidad de vida de sus residentes, las medidas que incluyen el cobro de entrada y la limitación del tamaño de los grupos, buscan mantener la movilidad peatonal y proteger los espacios públicos, aunque aún se evalúan más cambios estas acciones iniciales marcan un paso significativo hacia un turismo más sostenible en la ciudad.