Su fundador, Pavel Durov, había sido arrestado por permitir tráfico sexual y otros delitos en la plataforma.
En un giro significativo en su enfoque hacia la privacidad, la popular aplicación de mensajería Telegramanunció que entregará las direcciones IP y los números de teléfono de sus usuarios a las autoridades que presenten órdenes de allanamiento u otras solicitudes legales válidas. Esta decisión marca un cambio radical en los términos de servicio y política de privacidad de la plataforma, la cual ha sido conocida por su enfoque en la protección de datos personales y el anonimato de sus usuarios.
El CEO de Telegram, Pavel Durov, expresó en una publicación el lunes que esta modificación “debería disuadir a los delincuentes” , enfatizando que la gran mayoría de los usuarios de la aplicación no tienen relación con actividades delictivas. Sin embargo, según Durov, el 0,001% involucrado en actividades ilícitas está dañando la reputación de la plataforma y “poniendo en riesgo los intereses de nuestros casi mil millones de usuarios” .
Este anuncio surge en un momento delicado para Durov, quien fue arrestado el mes pasado por las autoridades francesas en un aeropuerto cerca de París. Los fiscales de ese país lo acusaron de permitir actividades delictivas a través de Telegram, incluyendo la difusión de imágenes de abuso infantil y tráfico de drogas, así como de ignorar órdenes de las fuerzas de seguridad. Durov ha negado rotundamente las acusaciones, calificándolas de “sorprendentes” y “equivocadas” . No obstante, su arresto ha provocado un debate global sobre el papel de las plataformas digitales en la protección de la libertad de expresión, la privacidad y el control del contenido ilegal.
Críticas a Telegram por facilitar actividades ilícitas
A lo largo de los años, Telegram ha sido objeto de críticas por su enfoque flexible hacia la moderación de contenidos. A diferencia de otras plataformas como WhatsApp, que limita el tamaño de los grupos a mil personas, Telegram permite que los grupos tengan hasta 200.000 miembros, lo que según sus críticos se ha convertido en la aplicación en un terreno fértil para la desinformación, la pornografía infantil y el contenido relacionado con el terrorismo.
Un ejemplo reciente de esto fue la controversia que surgió el mes pasado, cuando se acusó a Telegram de albergar canales de extrema derecha que contribuyeron a la violencia en varias ciudades del Reino Unido. Además, Ucrania prohibió el uso de la aplicación en dispositivos estatales , en un esfuerzo por minimizar las posibles amenazas de seguridad relacionadas con Rusia.
¿Una Amenaza a la Libertad de Expresión?
El cambio en la política de privacidad de Telegram ha encendido las alarmas en diversas comunidades, especialmente en países con regímenes represivos. Según John Scott-Railton , investigador principal del Citizen Lab de la Universidad de Toronto, el anuncio ha generado inquietud entre quienes utilizan la plataforma para compartir opiniones políticas en lugares como Rusia, Bielorrusia y Oriente Medio. “La comercialización de Telegram como una plataforma que resistiría las demandas gubernamentales atrajo a personas que querían sentirse seguras de compartir sus opiniones” , señaló Scott-Railton.
Ahora, muchos se preguntan si este cambio significa que Telegram comenzará a cooperar con las autoridades en esos regímenes represivos. La empresa no ha dado detalles claros sobre cómo manejará las solicitudes de información provenientes de estos gobiernos, lo que ha incrementado la incertidumbre en torno a su compromiso con la libertad de expresión.
Si bien Telegram ha comenzado a implementar un equipo dedicado de moderadores que utilizan inteligencia artificial para ocultar contenido problemático en los resultados de búsqueda, muchos expertos creen que estos esfuerzos no serán suficientes para cumplir con los requisitos legales en países como Francia o en la Unión Europea. . Daphne Keller , del Centro de Internet y Sociedad de la Universidad de Stanford , subrayó que “Todo lo que los empleados de Telegram vean y puedan reconocer con razonable certeza de que es ilegal, deberían eliminarlo por completo” .
En algunos países, también es necesario que las plataformas notifiquen a las autoridades sobre la presencia de ciertos tipos de contenido, como el material de abuso sexual infantil. Keller cuestionó si los recientes cambios en la política de Telegram serán suficientes para satisfacer a las autoridades, quienes probablemente buscan más información sobre los usuarios, incluyendo con quiénes se comunican y el contenido de esos mensajes.
Implicaciones futuras
El arresto de Durov y las nuevas políticas de Telegram plantean preguntas sobre el futuro de la privacidad y la seguridad en las plataformas de mensajería.
En medio de estas tensiones, la reputación de Telegram como refugio para los disidentes políticos y defensores de la libertad de expresión está siendo puesta a prueba. Mientras tanto, los usuarios de la plataforma, especialmente aquellos en regímenes autoritarios, están evaluando si Telegram sigue siendo un espacio seguro para compartir ideas sin temor a represalias gubernamentales.
El panorama sigue siendo incierto, pero lo que es evidente es que Telegram está en una encrucijada. Como observó Keller: “Parece un compromiso que probablemente sea menor al que quieren las autoridades”.
Fuente: Noticias RCN