La disminución en la concesión de créditos hipotecarios y la complicada situación económica de la población tienen un impacto directo en la reducción de la compra de viviendas. El Banco Central indica que el sector de la construcción se redujo en un 17% en el segundo trimestre del año, evidenciando la crisis de un sector que refleja claramente el estado de la economía.
Los constructores optan por otra métrica para dimensionar su crisis, que sitúan en el inicio de la pandemia en 2020. «Entre 2015 y 2017, contribuíamos con el 10,1% del PIB. Actualmente, estamos en el 6%», afirmó José Miranda, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción.
Esto significa que hay menos construcción y menos ventas. La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda indica que las reservas netas han disminuido más de dos puntos en comparación con 2023, y casi un 31% si se compara con 2019.
Una de las causas principales es el acceso al crédito, que tiene dos aspectos: el prestamista y el cliente. «Actualmente, es el producto menos atractivo para ellos debido a un límite en las tasas de interés», explicó Paulina Viteri, gerente de operaciones de Apive.
Hasta junio, del total de créditos hipotecarios concedidos, el 66% fue otorgado por la banca privada y el 34% por el BIESS. En términos monetarios, la banca privada entregó 521,5 millones de dólares, un 16% menos que en la primera mitad de 2023. El BIESS concedió 263,7 millones de dólares, un 7% menos que en el mismo período del año anterior.
Este fenómeno afecta principalmente a las viviendas valoradas entre 70 y 90 mil dólares, donde se ha registrado una caída en ventas del 44%. En este contexto, es importante considerar las viviendas de interés social, valoradas hasta 80 mil dólares.
Se menciona que las medidas del Gobierno, como la reducción del IVA en 17 materiales de construcción, no se traducen en una disminución del precio final de las viviendas. Esto representa un incentivo que no tiene un impacto significativo.
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