El sector comercial de Ecuador, que constituye el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y produce el 20% de los empleos formales, se encuentra en una situación crítica debido a la crisis energética, el incremento de la inseguridad y el crecimiento del desempleo, de acuerdo con información del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Estas dificultades tienen un efecto adverso en empresarios, trabajadores y consumidores.
El comercio desempeña un papel crucial en la economía ecuatoriana, contribuyendo de manera significativa al PIB y proporcionando una parte considerable de las fuentes de empleo formal. Sin embargo, las recientes crisis han dejado al sector en una posición precaria.
La Cámara de Comercio de Quito señala que los cortes de energía, que han llegado a durar hasta 14 horas diarias, han generado pérdidas enormes, con proyecciones de ventas que oscilan entre USD 3 millones a USD 3,5 millones solo en los meses de septiembre y octubre del presente año. Además, las pequeñas tiendas y mercados reportan caídas de entre el 40%y el 50% en sus ventas.
Sumando a esto, la inseguridad se ha convertido en un problema crítico, con un índice de percepción del 38.4%, mientras que el desempleo afecta a un 17.9% de la población. Esta situación demanda acciones inmediatas para salvaguardar el comercio y revitalizar el economía nacional. Es fundamental que el gobierno implemente medidas efectivas para abordar estos desafíos y mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos.
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