Un taxista informal fue víctima de un secuestro el pasado jueves en Guayaquil, después de aceptar una carrera hacia la Entrada de la 8, ubicada en el norte de la ciudad. Según las autoridades, el hombre fue abordado por un grupo de delincuentes que lo obligaron a subir a su propio vehículo y lo mantuvieron cautivo durante casi 12 horas. Durante este tiempo, el secuestrado fue sometido a condiciones de estrés y temor, mientras los delincuentes intentaban obtener algún tipo de ganancia de la situación.
El taxista, que aún no ha sido identificado públicamente, fue encontrado finalmente dentro de un vehículo estacionado en un inmueble de la zona. Estaba maniatado y visiblemente afectado por el largo tiempo de cautiverio. La policía llegó al lugar tras recibir una alerta de su paradero, gracias a las investigaciones realizadas por los agentes de la Unidad de Lucha Contra el Secuestro y Extorsión (ULCES), que lograron rastrear el vehículo y vincularlo con el secuestro.
El secuestro, que pudo haber sido mucho más grave, terminó con la liberación del hombre sin que los secuestradores lograran su objetivo de obtener una recompensa económica o realizar un acto violento. Afortunadamente, el taxista fue encontrado en buen estado de salud, aunque el trauma psicológico y la angustia que sufrió durante las horas de cautiverio fueron evidentes. Las autoridades locales expresaron su alivio de que el caso no terminara en una tragedia mayor.
En paralelo, la policía realizó un operativo en el sector para capturar a los responsables del secuestro. Aunque no se han proporcionado detalles sobre los sospechosos, las investigaciones continúan y se están analizando los registros de las cámaras de seguridad cercanas para identificar a los delincuentes involucrados. Se sospecha que el crimen podría estar relacionado con bandas dedicadas al secuestro extorsivo en la región, una actividad que ha aumentado en ciertas zonas de Guayaquil en los últimos meses.
El caso ha generado gran preocupación en la comunidad local, que se siente cada vez más vulnerable ante el aumento de la violencia y los delitos en la ciudad. Las autoridades han instado a la población a estar alerta y tomar medidas de precaución al utilizar servicios de transporte no regulados, ya que los taxistas informales continúan siendo uno de los principales blancos de los delincuentes. Además, la policía ha prometido intensificar sus esfuerzos para desarticular las bandas dedicadas al secuestro y otros delitos violentos.
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