La campeona olímpica más longeva del mundo, la húngara Ágnes Keleti, falleció este jueves 2 de enero a los 103 años en un hospital de Budapest, según informó el Comité Olímpico de Hungría.
Agnes Keleti, estrella de la gimnasia había sido hospitalizada la semana pasada a causa de una neumonía, pocos días antes de cumplir 104 años.
Ganadora de cinco medallas olímpicas de oro en una excelsa carrera, esta inoxidable deportista nacida el 9 de enero de 1921, tuvo una vida apasionante.
En total se colgó diez medallas olímpicas, cinco de oro en los Juegos de Helsinki (1952) y de Melbourne (1956), todas ellas una vez cumplidos los 30 años.
Hungría se encontraba en aquella época por detrás de la cortina de hierro, bajo la influencia soviética. «Yo practicaba deporte no porque me gustase sino para conocer el mundo», había declarado Keleti en 2016 a la AFP.
Agnes Keleti nació en Budapest con el nombre de Agnes Klein, aunque después adoptaría un patronímico más común en el país magiar.
Convocada con el equipo nacional en 1939, la prometedora gimnasta no tardó en sufrir la prohibición de toda actividad deportiva debido a sus orígenes judíos.
Después de la ocupación de Hungría por el III Reich en marzo de 1944, escapó de la deportación con documentos falsos y tomando la identidad de una joven cristiana, a cambio de todos sus bienes.
Escondida en una zona rural, Keleti trabajaba como empleada doméstica, pero entrenaba a escondidas en las orillas del Danubio cuando tenía tiempo libre.
Su padre y varios familiares fueron deportados y terminaron siendo víctimas del exterminio en Auschwitz, mientras que su madre y su hermana se salvaron gracias al diplomático sueco, Raoul Wallenberg.
«Agnes Keleti ha demostrado el poder de una fuerte determinación y la valentía para sobreponerse a la tragedia cuando, al nacer en una familia judía, sobrevivió al Holocausto y ganó diez medallas olímpicas después de la Segunda Guerra Mundial, cinco de ellas de oro», indicó el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach.
Al igual que numerosos deportistas húngaros, Agnes Keleti no regresó a casa después de los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956, que se disputaron unas semanas después del fracaso de la insurrección antisoviética en Hungría.
Keleti se instaló en Israel y regresó de forma definitiva a Hungría en 2015.
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