Este viernes 14 de febrero de 2025, Manta vivió una jornada de violencia extrema con cuatro ataques armados que dejaron un saldo trágico de al menos ocho muertos y 14 heridos. Los incidentes ocurrieron en diversos barrios de la ciudad de Manabí, todos considerados como puntos críticos por la Policía Nacional, debido a la lucha entre bandas criminales que operan en la región. Estos hechos reflejan el creciente clima de inseguridad que afecta a la zona.
El primer ataque se dio a las 16:00 en el barrio Santa Clara, donde se celebraba una fiesta infantil. Durante el evento, varios disparos hirieron a seis personas, entre ellas una niña de siete años que fue alcanzada por una bala en el hombro. Este ataque sembró el pánico en los asistentes y dejó a los padres y familiares en estado de shock, mientras la policía iniciaba las investigaciones.
Poco después, a las 17:00, un asesinato tuvo lugar en el barrio Miraflores. Dos sicarios irrumpieron en la casa de Edisson S. M. y le dispararon en al menos 30 ocasiones. La víctima, que no tenía antecedentes penales, estaba trabajando en la construcción de su hogar en el momento del ataque. Según el coronel Willian Salazar, jefe de Operaciones de la Policía de Manta, los asesinos utilizaron pistolas automáticas de calibre nueve milímetros para cometer el crimen.
A las 18:00, un nuevo tiroteo se desató en el barrio 20 de Mayo, donde dos comerciantes de pescado, Pedro L. y Josué P., fueron asesinados mientras jugaban fútbol en una cancha de uso múltiple. Los atacantes viajaban en una camioneta roja y usaron fusiles para perpetrar el ataque. La jornada culminó con una masacre en el barrio El Progreso, donde un grupo de hombres armados disparó más de 40 veces contra un grupo de personas, dejando cinco muertos, incluidos una niña de tres años y diez heridos graves. Con estos sucesos, Manta se consolida como la ciudad más violenta de Manabí en lo que va del 2025, con un total de al menos 70 muertes violentas.