Las fuertes lluvias que azotaron Guayaquil este jueves 20 de febrero, provocaron graves inundaciones en varios sectores de la ciudad. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, fue activado para coordinar las acciones necesarias ante la emergencia. Las lluvias causaron que algunas calles se convirtieran en ríos debido al agua acumulada, afectando a 16 sectores en total, según lo reportado por las autoridades locales.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, informó que se registraron 19 puntos de acumulación de agua en la ciudad. Entre los sectores más golpeados por las inundaciones están Sauces 5 y 6, así como las calles Antonio Parra y Gabriel Roldós. Además, se vieron afectados puntos clave como la avenida Benjamín Carrión y Felipe Pezo, y el bloque 9 de Bastión Popular, mostrando que tanto el norte, como el centro y sur de la ciudad experimentaron dificultades debido a las lluvias.
El COE cantonal activó todas las direcciones y empresas públicas del municipio para atender la situación, y el alcalde aseguró que en breve se presentará una evaluación de los daños. A través de su cuenta en X, Álvarez destacó la importancia de coordinar esfuerzos para mitigar los efectos de la tormenta y tomar medidas efectivas para prevenir mayores complicaciones. La respuesta rápida a la emergencia es crucial para reducir los impactos en la población.
En cuanto al tráfico, las intensas lluvias provocaron una fuerte congestión vehicular en varias avenidas, como la Tanca Marengo y la Narcisa de Jesús, que se colapsaron por el aumento del nivel del agua. Un incidente adicional en la Av. 25 de Julio, donde un vehículo se averió, complicó aún más la circulación en las horas más lluviosas de la tarde. Las autoridades de tránsito trabajaron para manejar la situación, pero la lluvia siguió afectando la movilidad.
A raíz de las condiciones meteorológicas adversas, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) advirtió sobre tormentas eléctricas de alta intensidad que continuarán en varias zonas de Guayas, Santa Elena y Manabí. Se espera que las lluvias persistan hasta marzo, lo que implica que Guayaquil deberá mantenerse en alerta para enfrentar posibles nuevas inundaciones y otros efectos derivados del clima extremo.