Segura EP denuncia el mal funcionamiento de los vehículos municipales asignados a la Policía Nacional, lo que genera inquietudes sobre la eficiencia operativa y la seguridad pública. La empresa, encargada de gestionar los activos municipales, reporta múltiples fallas mecánicas y problemas de mantenimiento que afectan a los autos patrulla y motocicletas. Los funcionarios advierten que estas deficiencias obstaculizan la capacidad de las fuerzas del orden para responder rápidamente a las emergencias.
Se presenta una queja formal a las autoridades municipales, instando a que se tomen medidas inmediatas para abordar el deterioro del estado de la flota. Segura EP destaca casos en los que los vehículos se han averiado durante las patrullas, dejando a los oficiales varados e incapaces de completar sus tareas. La empresa solicita un plan de inspección y reparación exhaustivo para restablecer la funcionalidad total de las unidades afectadas.
Los representantes de la Policía Nacional reconocen las preocupaciones, pero argumentan que las limitaciones presupuestarias y los retrasos burocráticos han ralentizado los esfuerzos de mantenimiento. A pesar de estos desafíos, reafirman su compromiso de garantizar la seguridad pública y solicitan el apoyo urgente de los funcionarios del gobierno local. El tema genera un debate sobre la asignación de recursos y la rendición de cuentas en el mantenimiento de la infraestructura crítica.
Mientras continúan las discusiones, Segura EP exige una auditoría transparente de la flota de vehículos municipales y una respuesta inmediata a la crisis. Los residentes y los expertos en seguridad expresan su creciente frustración por la situación y piden soluciones rápidas para evitar más perturbaciones. El caso presiona a las autoridades de la ciudad para que prioricen el mantenimiento de los vehículos y garanticen servicios policiales eficaces.