Un impactante acto de justicia por mano propia ocurrió en la parroquia de Dayuma, ubicada en el cantón Francisco de Orellana, donde un presunto ladrón fue quemado vivo por un grupo de vecinos enfurecidos. Según los primeros informes, el hombre fue acusado de reiterados robos en la zona, lo que había provocado una creciente frustración entre la comunidad local. Testigos presenciales afirmaron que el sospechoso fue sorprendido en el acto, detenido por una turba y posteriormente sometido a una brutal forma de castigo.
Las autoridades revelaron que la multitud ató al individuo y lo roció con una sustancia inflamable antes de prenderle fuego. A pesar de los desesperados gritos de clemencia, los agresores no mostraron intención de perdonarlo y el hombre sucumbió a sus heridas en el lugar. La policía local llegó poco después, pero el sospechoso ya había fallecido y la multitud se dispersó rápidamente. Los funcionarios policiales describieron el incidente como un claro caso de justicia por parte de la multitud y condenaron el uso de la violencia fuera del marco legal.
Los investigadores han iniciado una investigación oficial sobre los hechos, con el objetivo de identificar a los responsables del asesinato. Las autoridades subrayaron que, independientemente de las acusaciones contra la víctima, las acciones extrajudiciales siguen siendo ilegales y punibles por la ley. Se espera que se refuercen las medidas de seguridad en la zona para evitar que se repitan hechos similares y restablecer el orden entre los residentes.
El macabro asesinato ha provocado un amplio debate en las redes sociales, en el que muchos han condenado el acto, mientras que otros han expresado su frustración por la percepción de ineficacia del sistema judicial. Las autoridades locales han instado a los ciudadanos a denunciar los delitos a través de los canales legales en lugar de recurrir a la violencia. Mientras tanto, la identidad de la víctima sigue sin revelarse mientras los equipos forenses continúan con sus investigaciones.