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Crisis financiera mundial por guerra arancelaria de Trump hace caer al propio dólar

by Ecuador En Directo

En un sorprendente giro de los acontecimientos que sacude los mercados de todo el mundo, estalla hoy, 3 de abril de 2025, una crisis financiera global a gran escala, desencadenada por la escalada de las tensiones comerciales lideradas por el expresidente estadounidense Donald Trump. Su reciente anuncio de una ola de aranceles agresivos contra China, la Unión Europea, los países latinoamericanos, y el resto del mundo, provoca represalias inmediatas y aviva el temor a un estancamiento económico prolongado.

La medida, denominada «América Primero – Fase Dos», incluye amplios impuestos a la importación de acero, tecnología y bienes de consumo, lo que provoca el caos en las cadenas de suministro globales y un desplome de la confianza de los inversores. El dólar estadounidense, considerado durante mucho tiempo un refugio seguro en tiempos de incertidumbre, cae drásticamente a medida que los inversores globales comienzan a deshacerse de activos denominados en dólares.

Los mercados cambiarios registran fluctuaciones históricas, con el euro, el yuan chino e incluso materias primas como el oro y el bitcoin aumentando su valor en relación con el dólar. Wall Street responde con una fuerte ola de ventas: los principales índices se desploman más del 10% en las primeras operaciones, lo que activa los interruptores automáticos y suspende temporalmente la negociación en la Bolsa de Valores de Nueva York. Los bancos centrales de todo el mundo inician reuniones de emergencia, y algunos intervienen directamente para estabilizar los mercados.

Los economistas advierten que la situación guarda inquietantes similitudes con la crisis financiera de 2008, pero señalan que la dimensión política de esta crisis la hace aún más impredecible. El regreso de Trump a la palestra política parece envalentonar a sus partidarios e inquietar a sus aliados internacionales, muchos de los cuales critican a Estados Unidos por instigar una guerra comercial en un frágil período de recuperación pospandemia. Mientras tanto, las empresas estadounidenses que dependen de las importaciones se preparan para un aumento vertiginoso de los costos y una reducción de la demanda a medida que la confianza del consumidor comienza a flaquear.

En Washington, el gobierno de Biden se esfuerza por contener las consecuencias, manteniendo conversaciones de emergencia con la Reserva Federal y contactando a líderes extranjeros para restablecer la calma. El secretaria del Tesoro, Scott Kenneth Bessent, insta al Congreso a aprobar un paquete de estabilización y considera suspensiones arancelarias temporales, pero el estancamiento político amenaza con tomar medidas inmediatas. Manifestantes se congregan frente al Capitolio, acusando a ambos partidos de negligencia económica, mientras que los pequeños empresarios y la clase trabajadora estadounidense comienzan a sentir las primeras repercusiones de la inflación y los despidos.

La reacción global sigue siendo tensa, con China pidiendo cooperación internacional para «resistir el proteccionismo», mientras que la UE prepara su propio paquete de sanciones en respuesta. Los analistas financieros afirman que el daño podría ser irreversible si la diplomacia no prevalece en las próximas semanas. Mientras el pánico se extiende desde los parqués bursátiles a los hogares, el mundo observa con ansiedad, con la esperanza de que esta crisis en desarrollo aún pueda contenerse antes de que se convierta en una recesión global.

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