Una crisis administrativa se profundiza en Ecuador, ya que ciudadanos de provincias como Pichincha, Guayas, Imbabura, Azuay, Carchi y Tungurahua reportan que no hay citas disponibles en el Registro Civil para obtener o renovar cédulas y pasaportes hasta agosto de 2025. La situación genera descontento generalizado, retrasos en trámites determinantes y una oleada de quejas en redes sociales, donde los usuarios comparten capturas de pantalla e historias personales de frustración con la plataforma de reservas en línea.
Ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca se encuentran entre las más afectadas. En la capital, las citas para cédulas y pasaportes están completas desde el 12 de mayo hasta el 29 de agosto, con cupos limitados disponibles solo en septiembre. En Imbabura, la primera cita disponible es para el 29 de agosto, mientras que en Guayaquil, Cuenca, Carchi y Tungurahua, los usuarios enfrentan la misma falta de acceso. El sistema digital de citas se satura con frecuencia, lo que impide que miles de personas consigan un turno para servicios esenciales.
El Registro Civil responde afirmando que las citas se abren gradualmente según la capacidad operativa de cada oficina y que se liberan nuevas plazas mensualmente. Sin embargo, debido a la abrumadora demanda, estas plazas se reservan en cuestión de minutos, dejando a muchos sin alternativas. La ciudadanía critica la falta de transparencia y exige soluciones inmediatas, enfatizando que la imposibilidad de obtener documentos de identidad afecta todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Esta crisis no es nueva. Desde 2023, el Registro Civil ha estado bajo escrutinio por su limitada infraestructura y personal. Un informe de 2024 de la Defensoría del Pueblo revela que más de 2,5 millones de usuarios fueron atendidos el año anterior, pero no ha habido un crecimiento correspondiente en personal ni en recursos del sistema. La programación digital, implementada en 2021 como parte de un esfuerzo de modernización, no ha logrado resolver los cuellos de botella y continúa sufriendo frecuentes problemas técnicos, especialmente en provincias con alta demanda como Guayas y Pichincha.
Entre los ciudadanos afectados por los retrasos se encuentran padres que necesitan documentos de identidad para matricular a sus hijos en la escuela, trabajadores que no pueden solicitar empleo o prestaciones sociales sin documentos actualizados, y viajeros que no pueden obtener ni renovar sus pasaportes. Muchos se ven obligados a comprar certificados de identidad temporales por USD 5 como solución a corto plazo, mientras que el documento de identidad oficial cuesta USD 16. Algunos usuarios expresan su frustración por tener que pagar por ambos procesos sin una solución real.
A pesar de las garantías del Registro Civil, la confianza pública se erosiona a medida que los usuarios se quedan sin citas ni explicaciones. La persistente demanda, sumada a sistemas obsoletos y personal insuficiente, crea un cuello de botella que paraliza los procesos administrativos básicos en Ecuador, dejando a los ciudadanos en una situación inestable y dependientes de una infraestructura deficiente para acceder a sus derechos fundamentales.