Se asienta sobre enormes reservas de oro, cobre y gas, de las más importantes de Asia, y se ha vuelto la clave de uno de los megaproyectos de China.
Pero paradójicamente, Baluchistán sigue siendo un territorio remoto y en cierto sentido olvidado, la provincia más pobre y menos desarrollada de Pakistán.
Fue allí, en bajo su extenso desierto, donde hace más de dos décadas Islamabad llevó a cabo los seis ensayos que convirtieron al país en el séptimo del mundo en desarrollar y probar con éxito las armas nucleares.
Tuvieron lugar en mayo de 1998 en el distrito de Chagai (por eso se llamaron Chagai-I), bajo el liderazo del primer ministro Nawaz Sharif, y resultaron en la condena internacional y en sanciones contra Pakistán en India por parte de varios estados.
Pero más allá de aquello, Baluchistán comparte una extensa y porosa frontera con Afganistán e Irán y es hogar de una insurgencia de larga data, emprendida por los nacionalistas baluchis contra el gobierno pakistaní, un conflicto que ha dejado miles de víctimas mortales de ambos bandos.
Fuente: BBC MUNDO