Los hutíes de Yemen comunicaron ayer miércoles que las sanciones de Estados Unidos a dos de sus comandantes son una prueba de que se está prolongando la guerra y empeorando la crisis humanitaria. “Estados Unidos se está condenando a sí mismo y confirmando que no está pensando en detener la agresión… y que está detrás de la prolongación de la guerra y la exacerbación de la crisis humanitaria”, dijo un funcionario hutí, Mohammed Abdulsalam.
Estados Unidos impuso el martes sanciones a Mansur Al-Sa’adi, Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Navales Hutíes, y Ahmad ‘Ali Ahsan al-Hamzi, comandante de las Fuerzas Aéreas y Fuerzas de Defensa Aéreas yemeníes alineadas con los hutíes.
“Estos individuos comandan fuerzas que están empeorando la crisis humanitaria en Yemen”, señaló la directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, Andrea Gacki.
La guerra de Yemen comenzó en 2014 cuando los hutíes tomaron la capital, Sanaa, y gran parte del norte del país. La coalición liderada por Arabia Saudita y respaldada por Estados Unidos intervino meses después para desalojar a los rebeldes y restaurar el gobierno reconocido internacionalmente. El conflicto ha provocado la muerte de unas 130.000 personas y ha sido considerado como el peor desastre humanitario del mundo.
A medida que avanza la guerra de Yemen, los ataques con misiles y drones hutíes en Arabia Saudita se han vuelto comunes, pero rara vez causan daños. Al menos cinco civiles resultaron heridos el lunes cuando un proyectil hutí aterrizó en una calle de la provincia de Jizan, en el sur de Arabia Saudita.