Este viernes 30 de abril del 2021, ocurrió una potente explosión, provocada por un coche bomba, en la ciudad de Pul-e-Alam, capital de la provincia de Logar, en Afganistán, y costó la vida de al menos 25 personas y dejó heridas a otras 90.
El suceso, que las autoridades atribuyen a los talibanes, además ocasionó la destrucción de edificios y daños en el principal hospital de la zona.
Se trata del peor ataque con coche bomba en meses en Afganistán, a pesar de que el país ha sido escenario de un incremento de los asesinatos selectivos desde que Estados Unidos y los talibanes alcanzaron un histórico acuerdo en Catar en el 2020.
“La potente explosión ha dañado y destruido casas en un área de hasta un kilómetro. La mayoría de los muertos se encuentran bajo las ruinas. Hay unos 25 muertos”, indicó Hasibullah Stanekzai, presidente del Consejo Provincial de Logar.
Stanekzai aseguró además que el hospital provincial ha resultado dañado por la explosión, mencionó que “algunos de los pacientes que se encontraban en sus camas han resultado también heridos”.
El portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian, informó su último balance de que el atentado ha dejado al menos 21 muertos y 90 heridos.
Arian aseguró que la cifra de víctimas “podría aumentar porque varios tejados se han hundido sobre la gente, estudiantes y viandantes”, antes de agregar que dos personas han sido rescatadas con vida de bajo los escombros.
El doctor Samar Gul Samar, director del Directorio de Salud Pública de Logar, aseguró que varios médicos del hospital provincial resultaron heridos. La explosión ha obligado al personal sanitario a tratar a los pacientes entre cristales rotos.
El ministro de Salud en funciones, Wahidullah Majroh, afirmó en un comunicado que “se han enviado diez ambulancias desde Kabul a Logar para evacuar a las personas heridas y todos los hospitales de Kabul están listos para tratar a los heridos”.
La explosión tuvo lugar mientras los residentes se preparaban para romper el ayuno a la caída del sol, con motivo de la festividad musulmana de Ramadán.
Por el momento ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del atentado. No obstante, el Palacio Presidencial afgano acusó a los talibanes de estar detrás de este “atentado terrorista”.
“Los talibanes, incluso durante el mes sagrado de Ramadán, no dejan de matar gente inocente y destruir infraestructura pública”, manifestó la oficina del presidente afgano, Ashraf Ghani, en un comunicado.
La delegación de la Unión Europea en Afganistán se unió a la condena del atentado “en el que han muerto y resultado heridos civiles inocentes, incluyendo estudiantes”, en un comunicado en el que hizo un llamamiento a “detener la violencia sin sentido”.