Es el séptimo tipo de cáncer más común en mujeres en el mundo, con 245.000 casos nuevos diagnosticados en 2018.
Establecido en 2013 por un grupo de organizaciones líderes en la lucha contra esta enfermedad, el 8 de mayo es el Día Mundial contra el Cáncer de Ovario y tiene el propósito de crear conciencia.
La incidencia, dice el doctor Francisco Plaza Bohórquez, gineco-oncólogo y mastólogo, es mayor en mujeres de 50 a 70 años; el 75% de los casos diagnosticados están en mayores de 55 años. En el 80% de esos casos, la enfermedad está avanzada. La tasa de supervivencia a los cinco años es baja.
En Ecuador, la incidencia es de 8 a 10 casos por cada 100.000 mujeres y ocupa el sexto lugar entre las neoplasias malignas en este grupo. Si bien eso parecería bajo, el índice de mortalidad es alto (más del 60%).
El examen cervicouterino o papanicolaou es una prueba importante que permite diagnosticar un posible cáncer de cuello uterino. No es posible usar este examen para detectar cáncer de ovario, advierte el doctor Plaza.
El diagnóstico se hace, específicamente, a través de la ecografía pélvica, que debe realizarse cada mujer al menos una o dos veces al año, junto con el examen clínico y pruebas de laboratorio como el Ca 125 y el Índice Roma.

En tanto que, cuando el cáncer no se detecta a tiempo, uno de los signos más comunes es el tumor palpable en el abdomen, que parece un embarazo de 3 a 4 meses, acompañado de trastornos para orinar y defecar, y gases. Es un cuadro parecido al de la cirrosis hepática, indica el ginecólogo, pues la persona se llena de líquidos. Esto indica que el tumor ha avanzado.
Si se detecta el tumor cuando tiene entre 5 y 6 centímetros, un especialista entrenado puede hacer mucho por la paciente. El éxito de la cirugía es dejar cero residuos tumorales, lo que a menudo implica una operación compleja.
Toda mujer debe ir a revisión cada año, aunque no tenga síntomas. El doctor Plaza recomienda, a partir de los 14 años, una ecografía pélvica anual. No es una forma de prevención, sino de detección temprana, cuando la enfermedad es asintomática.
Lo que se conoce sobre el cáncer de ovario

- Cada variante tiene un comportamiento distinto, con algo en común: su agresividad.
- El número de ciclos ovulatorios que una mujer tiene en toda su vida es proporcional a su riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Por eso, el embarazo o el uso de anticonceptivos orales tienen un efecto protector.
- La nuliparidad, el antecedente de cáncer de mama y una historia familiar de cáncer de mama y de ovario son reconocidos factores de riesgo.
- Aproximadamente el 20% de las mujeres porta una mutación genética heredada que les confiere un gran riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
- También están la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, el uso de talco en la higiene íntima y otros elementos ambientales.
- La cirugía es el tratamiento estándar, junto con la quimioterapia y la terapia génica, los blancos moleculares y la inmunoterapia.
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