Francia y Egipto son dos de los países que tratan de colaborar.
Este martes Francia pidió a Israel que “garantice el acceso rápido y sin obstáculos de la ayuda a Gaza” tras el cierre de un paso fronterizo crucial, así lo declaró el primer ministro francés, Jean Castex, ante el Parlamento.
Castex, insistió mientras la comunidad internacional trabaja para detener la escalada mortal entre Israel y grupos de Gaza, “Hoy se ha permitido la entrada de un convoy humanitario y esto debe continuar”.
En tanto, Egipto busca recuperar su influencia regional al servir como mediador entre Israel y Hamás para aplacar el conflicto en Gaza, que en la última semana ha cobrado más de 200 vidas.
En 2014, Egipto negoció una frágil tregua entre los dos archienemigos tras una devastadora confrontación de semanas.
En el conflicto actual, que el lunes inició su segunda semana, los ataques aéreos israelíes y cohetes lanzados desde la Franja de Gaza han matado a unos 200 palestinos y otras 10 personas en Israel, dijeron autoridades de las dos partes. Centenares han resultado heridos.
La escalada ha puesto en aprietos a Emiratos Árabes Unidos y Baréin, dos Estados del Golfo que el año pasado normalizaron relaciones con Israel.
Tareq Baconi, analista del International Crisis Group, dijo “En una región donde los Estados están expandiendo sus relaciones con Israel, Egipto (…) tiene interés en utilizar su proximidad geográfica con Gaza para hacer valer su poder diplomático”.
Una delegación de la inteligencia egipcia que estaría en el terreno en Israel y los territorios palestinos fortalece el papel de El Cairo como mediador.
Khaled Okasha, miembro del Consejo Supremo para Contraterrorismo, de Egipto, dijo a AFP, “La delegación está conformada por oficiales de inteligencia y ha estado varios días intentando negociar un alto el fuego”.
Okasha, director del estatal Centro Egipcio para Estudios Estratégicos, se mostró optimista sobre encontrar una salida.
“Egipto tiene que estar involucrado, no hay forma de evitarlo, literal y físicamente”, opinó Michael Hanna, del grupo de reflexión Century Foundation, con sede en Nueva York.
Israel mantiene un bloqueo de mar y tierra contra Gaza desde 2007, cuando Hamás tomó el control del empobrecido territorio, que alberga a unos dos millones de palestinos.
El cruce fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, es la única salida del enclave que no controla Israel.
El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi instruyó a las autoridades a abrir el paso para atender a los heridos de Gaza en hospitales de Egipto y enviar ayuda.
El martes, El Cairo prometió “500 millones de dólares para la reconstrucción” en Gaza tras los bombardeos y “empresas egipcias para realizar las obras”.
Además, Acotó, “Esta es una oportunidad para decirle no solo a Estados Unidos, sino también a otros países de la región que Egipto continúa siendo importante, que es un actor diplomático necesario y que un alto el fuego se puede alcanzar con (la mediación de) El Cairo”.
Por su parte, el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, dijo en un discurso al Consejo de Seguridad de la ONU que “se deben hacer concesiones”, un mensaje dirigido a Israel.
Pero admitió que es una “dinámica extraña”, porque “oficiales militares (egipcios) desconfían de Israel, pero al mismo tiempo trabajan muy de cerca con ellos”.
Baconi también atemperó su evaluación sobre la influencia egipcia.
“Egipto no tiene suficiente presión sobre Israel. La relación es una alianza en la que Israel fija el marco de la estrategia militar que considera necesaria para mantener la estabilidad”, explicó.
El presidente Sisi encabezó en 2013 el movimiento militar que depuso al democráticamente electo presidente islamista Mohamed Morsi y aplicó mano dura contra la ahora proscrita cofradía de los Hermanos Musulmanes, de la cual nació Hamás.
Su gobierno mantiene un equilibrio entre la coordinación de inteligencia con Hamás y su desprecio por la Hermandad, según Baconi.
Baconi, indicó “En 2021, el régimen de Sisi no necesariamente ve a Hamás como una amenaza a su estabilidad”.
Washington ha urgido a El Cairo y sus aliados árabes, en particular Túnez y Catar, a asumir papeles relevantes para frenar el conflicto entre Gaza e Israel.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que trabaja entre bastidores para aplacar la confrontación.
Jake Sullivan, consejero de seguridad nacional de Biden, dijo que conversó con su par israelí y el gobierno egipcio como parte de una “diplomacia silenciosa, intensa” de Washington.
Por su parte, Catar, un patrocinador clave de Hamás, ha condenado los “ataques brutales y repetidos de Israel”.
Foto cortesía EFE