Estados Unidos está haciendo todo lo posible para buscar opciones que bloqueen el acceso de los talibanes a los 460 millones de dólares en derechos especiales de giro que el Fondo Monetario Internacional planeaba enviar a Afganistán la próxima semana.
Antes de enviar los fondos a Kabul, el FMI está monitoreando las reacciones de sus países miembros tras la llegada al poder en Afganistán de la insurgencia para determinar si planean otorgarle su reconocimiento oficial, según una fuente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Los fondos son parte de un monto por el valor de 650.000 millones de dólares que el FMI aprobó este mes para ayudar a diversos países a recuperar sus economías, perjudicadas por la pandemia del covid-19. La decisión entra en vigor el 23 de agosto.
El Gobierno estadounidense ya canceló la semana pasada envíos masivos de dólares en efectivo a Afganistán, para «evitar que cientos de millones de dólares caigan en manos de un grupo terrorista», informó The Wall Street Journal. Además, Washington ha bloqueado el acceso de los talibanes a las cuentas gubernamentales administradas por la Reserva Federal y otras instituciones bancarias estadounidenses, de esta manera este país busca presionar de todas formas a los Talibanes para que cesen del apoderamiento del gobierno de Afganistán.