Al menos 10 civiles y otros nueve miembros de las fuerzas de seguridad de Burkina Faso, fueron asesinados por hombres armados no identificados en la provincia de Sanmatenga, en el norte del país. El portavoz del gobierno, Usseini Tambour, fue quien confirmó y difundió la noticia.
«Según el informe, nueve gendarmes y una decena de civiles fueron asesinados», dijo el ministro en un discurso en la televisión estatal.
Ningún grupo se ha atribuido aún la responsabilidad del ataque.
Este hecho se produce después de la matanza del 14 de noviembre, en donde como consecuencia de un ataque armado de militantes contra un puesto de gendarmería en el norte de Burkina Faso, en la provincia de Sum, murieron 53 personas. Luego de esa masacre, se declaró un período de luto de tres días en el país.
Burkina Faso se ha convertido en el epicentro de la actividad terrorista de grupos islamistas en África occidental durante los últimos tres años. La agrupación «Estado Islámico en el Gran Sahara», que es una estructura del «Califato Islámico Universal»; y «Ansar al-Islam», son los dos grupos terroristas que operan en el país.
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