Este viernes 2 de septiembre, aproximadamente a las 14:30, fue registrada una masacre contra agentes de la Policía Nacional en la vereda Corozal, corregimiento de San Luis, jurisdicción del municipio de Neiva (Huila).
El saldo hasta el momento es de ocho agentes muertos por ataques con ráfagas de fusil y explosivos.
Fuentes del diario El Tiempo indican que los muertos son dos subintendentes, dos patrulleros y cuatro auxiliares. Ellos salieron de una actividad de bienestar social organizado por la Policía Metropolitana de Neiva e iban de regreso hacia San Luis, cuando un campo minado fue activado a su paso. Al estar heridos, fueron los rematados con las armas de fuego.
El director de la Policía, mayor general Henry Sanabria, se manifestó sobre el caso en su cuenta de Twitter: “Frente a los hechos acaecidos en San Luis (#Huila), nos desplazamos de manera inmediata con todas las capacidades institucionales para verificar y acompañar a nuestros policías. #DiosYPatria”.
Sin embargo, según fuentes de la policía dadas a la revista Semana, la zona por la que estaban los policías es de difícil acceso por vía terrestre. Incluso, en las primeras imágenes que fueron divulgadas de la escena del crimen se ve que algunos cadáveres de los uniformados siguen tendidos sobre una vía rural sin pavimentar, ubicada a cuatro horas del casco urbano. Razon por la cual se tomó la decisión de envíar un helicóptero para verificar la situación y recoger los cuerpos.
En los vehículos viajaban los auxiliares de Policía, Santiago Gómez; Mauricio Pascuas; Cristián Cubillos; Gustavo Esquivel Rojas; los patrulleros Jhon Fredy Vargas, Duberney Carreño, entre otros.