Aunque el Gobierno Nacional declaró el fin de la temporada de apagones el 23 de febrero de 2024, los cortes de luz reaparecieron recientemente. En la noche del 26 y la madrugada del 27 de marzo, al menos 10 ciudades informaron sobre la interrupción del servicio eléctrico.
Ante la inquietud de los usuarios, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) explicó brevemente que las «desconexiones temporales» fueron ocasionadas por «problemas puntuales en el sistema eléctrico». Sin embargo, no proporcionaron detalles sobre cuáles fueron esos problemas ni sobre el tiempo que tomará su reparación.
En Quito, la Empresa Eléctrica atribuyó los cortes a trabajos de mantenimiento programados realizados por su personal de Distribución en varios barrios, incluyendo Solanda, Ciudadela Ibarra, Loma de Puengasí, Los Bancos, Tumbaco, La Kenedy y Carapungo.
Tras horas de especulaciones, el Ministerio de Energía explicó que los cortes fueron causados por «altas cargabilidades en líneas de transmisión, bajos voltajes en subestaciones de entrega a las empresas distribuidoras y salidas imprevistas de unidades de generación, principalmente térmicas».
En el comunicado, la entidad indicó que la operatividad en las centrales hidroeléctricas ha disminuido debido a la alta concentración de sedimentos en los ríos que las alimentan, así como por una fuga de petróleo en Napo.
El sábado 23 de marzo, una fuga de petróleo en una tubería en Napo afectó durante varias horas la generación de energía en la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país. Este evento, según el Ministerio de Energía, continúa ocasionando inconvenientes.
«La fuga de crudo provocó que la central hidroeléctrica reduzca su capacidad operativa para asegurar su normal operación», señaló en el mismo comunicado.
Según la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), el incidente en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) resultó en una reducción de la capacidad operativa en la central hidroeléctrica, ubicada entre las provincias de Napo y Sucumbíos.
En un comunicado oficial, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) notificó al Ministerio de Energía y a la Agencia de Regulación y Control de Energía sobre problemas en las instalaciones que han requerido la reducción del servicio. Por ejemplo, menciona que los autotransformadores en Pascuales alcanzaron el 99% de su capacidad, lo que motivó la implementación de racionamiento en la zona Pascuales – Salitral como medida de control.
Se ha atribuido el origen de los inconvenientes al aumento de la demanda de energía, especialmente en el Litoral. A esto se suma la preocupación por la supuesta falta de inversión en los sistemas de transmisión y distribución para mejorar los niveles de voltaje.
Ante esta situación, se ha solicitado realizar un análisis interno para evaluar la posibilidad de transferir carga desde las subestaciones Pascuales, Chongón, Santa Elena, Salitral, Policentro, Posorja y Electroquil hacia otros puntos de interconexión del Sistema Nacional de Transmisión.