Una vez más y cómo ha ocurrido desde hace, al menos tres años, el Informe Mundial sobre las Drogas 2024, de la Unodc, muestra como ha ido creciendo la influencia de Ecuador en el mercado de las sustancias ilícitas, especialmente, el de la cocaína.
Este estudio es la referencia global de la situación de los mercados, las tendencias y la evolución de las políticas estatales en materia de drogas. La primera conclusión es que la oferta de cocaína alcanzó una cifra récord en 2022 (año de cierre de las cifras consideradas en el análisis), con la producción de más de 2.700 toneladas de esta sustancia.
Esto significa un 20% más que el año previo y el triple de la cantidad producida en 2013 y en 2014.
La organización dice, por ejemplo, que las consecuencias del tráfico de cocaína son visibles en países como Ecuador, donde, en los últimos años, el aumento de dicho tráfico desde Colombia ha provocado una ola de violencia letal.
Según la Unodc, esta violencia está vinculada, sobre todo, a grupos delictivos locales y transnacionales. Y esto, a su vez, ha causado que, entre 2019 y 2022, se quintuplicaran las incautaciones de cocaína y las tasas de homicidio.
«Las tasas más elevadas se registraron en las zonas costeras utilizadas para el tráfico de cocaína hacia los principales mercados de destino de América del Norte y Europa», se lee en el documento sobre Ecuador.