El paro parcial de buses urbanos en Guayaquil se mantiene por cuarto día consecutivo, evidenciando la división entre los transportistas y la falta de acuerdos con el Municipio. Según el gerente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), 20 de las 58 cooperativas mantienen suspendido el servicio, lo que representa el 35% de la flota.
A pesar de esto, el funcionario asegura que ya circulan 1.700 de las 2.500 unidades habilitadas en la ciudad. Las 38 cooperativas que sí circulan lo hacen con unidades completamente llenas, lo que ha generado que los usuarios busquen alternativas como furgonetas, taxis y camionetas.
El presidente de la Federación de Transportes Urbanos de Guayaquil (Fetug), Christian Sarmiento, no acudió a una reunión convocada por las autoridades municipales, quienes lo señalan de defender “intereses personales y políticos”. En cambio, sí asistió el exasambleísta del correísmo, Alberto Arias, con quien la ATM acordó mantener mesas de diálogo para definir una posible alza del pasaje de USD 0,30 a USD 0,45.
El Municipio condiciona el alza del pasaje a una mejora en el servicio, que incluye la instalación de aire acondicionado en las unidades. Esto evidencia el “tira y jale” entre las autoridades municipales y los transportistas por el control de la flota de buses urbanos en Guayaquil.
El primer día de la medida de hecho, fueron 44 cooperativas las que no circularon, lo que ha generado una situación complicada para los usuarios de este servicio en la ciudad.
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