Un incendio de gran magnitud se desató en Quito la noche del martes 24 de septiembre, creando una enorme nube de humo y ceniza que alarmó a las autoridades y a la ciudadanía. El evento provocó evacuaciones y una rápida respuesta de los organismos de emergencia. Según las primeras investigaciones, el siniestro habría sido provocado, lo que ha generado mayor preocupación entre los habitantes y el gobierno local.
Inés Manzano, Ministra del Ambiente, mostró un mapa en su celular donde se ubicaron los focos de incendio. Informó que, en conjunto con el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, han coordinado esfuerzos para brindar todo el apoyo necesario desde el gobierno. Asimismo, el Ministerio del Ambiente movilizó a sus brigadistas hacia cuatro áreas protegidas cercanas para controlar el avance del fuego.
Adicionalmente, se ha solicitado ayuda a los alcaldes de Mejía y Rumiñahui, quienes están colaborando con tanqueros de agua. Empresas privadas también han sumado esfuerzos al proporcionar suministros de hidratación. Los ministerios de Gobierno y Defensa han puesto a disposición dos aviones para combatir el incendio, en un intento por controlar el avance de las llamas.
El incendio ha afectado aproximadamente 36.600 hectáreas, según información proporcionada por el comandante de los Bomberos de Quito.