Las recientes lluvias en la provincia de Carchi, ocurridas el 28 de septiembre, han traído alivio a los agricultores y ganaderos. Este fenómeno es esperado con ansias por los productores, quienes buscan la recuperación de sus sembríos y el sustento adecuado para su ganado.
Anita Ruiz, presidenta de la Asociación de Ganaderos de Montúfar, destaca que los pastizales, esenciales para la alimentación del ganado, se han visto dañados por las fluctuaciones extremas de temperatura. Esto ha obligado a los ganaderos a recurrir a otros insumos para alimentar a sus animales. Por su parte, los cultivadores de papa también enfrentan desafíos, realizando inversiones inesperadas para proteger sus cosechas y evitar pérdidas significativas.
En el ámbito comercial, la papa ha visto un aumento de precios, alcanzando hasta $30 en mercados como los de Quito y Guayaquil, a pesar de las plagas que han proliferado debido a la falta de agua. En contraste, los pequeños productores lecheros enfrentan dificultades, ya que las industrias han reducido los cupos de compra y el contrabando de leche colombiana ha aumentado, afectando a los hatos de la frontera ecuatoriana.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha señalado que la sequía ha impactado alrededor del 40% de las 180,000 hectáreas de cultivos en la provincia, especialmente en los cantones más afectados como Tulcán y San Pedro de Huaca. Para mitigar esta crisis, las Juntas de Agua están reorganizando la distribución de agua y el MAG está implementando operativos de control de precios y ofreciendo asistencia técnica a los agricultores.
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