El embalse de Mazar, en Azuay, ha incrementado sus niveles de agua gracias a las últimas lluvias, experimentado una mejoría significativa en comparación con la semana pasada. Sin embargo, las precipitaciones han disminuido considerablemente y solo se han observado ligeras lloviznas en los días recientes, según informes de los residentes locales.
La gestión del embalse se ha convertido en una prioridad para las autoridades eléctricas del país. El ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, ha enfatizado la importancia de mantener el nivel del embalse de Mazar para asegurar el control del sistema energético nacional. Esto es crucial para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico en Ecuador.
Al 2 de octubre, el embalse de Mazar alcanzó una cota de 2.119,25 metros sobre el nivel del mar, lo que representa un aumento respecto a los 2.117,41 metros del 23 de septiembre. Aunque este nivel es inferior al de hace más de dos semanas, cuando se registró en 2.122 metros, sigue siendo relevante para la capacidad de generación de energía del país. La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) establece que la cota mínima de Mazar es de 2.098 metros y la máxima, de 2.153 metros.
En un contexto más amplio, la presa de Mazar es fundamental para el Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, que incluye las centrales Mazar, Molino y Sopladora, generando juntas 1.757 megavatios al sistema nacional. Sin embargo, a pesar de las lluvias pasadas, los caudales de los ríos que abastecen estas represas han disminuido. La Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cuenca (Etapa) ha reportado que los niveles de los ríos en Cuenca están bajos, con caudales muy por debajo de lo normal.
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