La notificación de que los puertos debían reducir su consumo de energía a 1 megavatio causó preocupación en el sector exportador. Esta preocupación se disipó rápidamente cuando CNEL dio marcha atrás en su requerimiento. Sin embargo, los puertos privados necesitan 50 megavatios para operar, mantener refrigerados miles de contenedores, operar las grúas y realizar actividades administrativas.
La agroexportación es una de las pocas actividades que ha mostrado crecimiento durante un año de contracción económica. En los primeros ocho meses del 2024, el Banco Central reporta exportaciones de productos no petroleros por USD 15,995 millones.
Necesitan 50 megavatios para operar y garantizar las cadenas de frío, que requieren muchos de los productos que generan el ingreso de miles de millones de dólares a la economía nacional.
Garantizar que los puertos seguirán contando con energía permite a los exportadores evitar pérdidas adicionales, ya que los racionamientos afectan su producción. A diferencia de otras industrias, los productos de exportación no pueden trasladar estos costos al consumidor final sin afectar su competitividad y, potencialmente, perder mercados.