El embalse de Mazar, vital para la generación eléctrica en Ecuador, ha registrado una caída en su nivel de agua, situándose por debajo de los niveles críticos este 22 de octubre de 2024. Este embalse, que se encuentra entre las provincias de Cañar y Azuay , es esencial para el funcionamiento de tres importantes hidroeléctricas: Mazar, Paute-Molino y Sopladora. A las 10:00 de la mañana, el nivel del embalse alcanzó los 2.113,9 metros sobre el nivel del mar , lo que representa una disminución de 1,39 metros desde que se implementaron cortes de energía de ocho horas en el país, comenzando el 21 de octubre por orden del presidente Daniel Noboa
La situación es alarmante, ya que el nivel mínimo seguro para la operación de la hidroeléctrica Mazar se considera en 2.115 metros sobre el nivel del mar . Por debajo de este umbral, los sedimentos pueden dañar las turbinas de la planta. Sin embargo, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ha indicado que la planta puede seguir operando con niveles de hasta 2.110 metros . A pesar de esto, el embalse se encuentra en una cota crítica, ya que su capacidad máxima es de 2.153 metros.
Para que el embalse de Mazar recupere niveles adecuados, se estima que se requieren entre 10 y 15 días de lluvias intensas . Actualmente, no se prevén precipitaciones significativas en las provincias de Cañar y Azuay, donde se ubica el embalse. Este 22 de octubre marca 102 días de sequía en Azuay, lo que ha llevado a que los caudales de los ríos que alimentan el embalse estén en niveles críticos
La disminución en el nivel del embalse de Mazar tiene un efecto en cadena, afectando al embalse de Amaluza, que depende de Mazar para su suministro de agua. A las 10:00 de este martes, el nivel de Amaluza se encontraba en 1.980,19 metros sobre el nivel del mar , apenas dos metros por encima de su nivel mínimo operativo de 1.978 metros . Esto pone en riesgo la generación de electricidad en las hidroeléctricas Paute-Molino y Sopladora, que depende de este reservorio.
El embalse de Mazar, inaugurado en 2016, es el segundo más grande de Ecuador, con una extensión de 31 kilómetros . Su construcción fue parte de un esfuerzo por mejorar la capacidad de almacenamiento de agua para el sector eléctrico, especialmente durante períodos de sequía. Antes de la llegada de Mazar, el embalse de Amaluza solo podía sostener las reservas de agua durante 10 a 15 días en épocas secas. Con Mazar, Ecuador ha logrado extender esta duración a 45 días , lo que es crucial para la estabilidad del suministro eléctrico en el país.
Foto cortesía.