El 30 de octubre de 2024, la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel) anunció una resolución que establece nuevas tarifas eléctricas para las empresas que consumen más energía en Ecuador. Esta medida afecta principalmente a las compañías clasificadas en el grupo de Alto Voltaje 2 (AV2), que incluye a las grandes mineras y acereras del país. Entre las empresas impactadas se encuentran Mirador (Ecuacorriente) y Fruta del Norte (Lundin Gold), así como las acereras Novacero y Adelca.
La decisión de ajustar las tarifas eléctricas se produce en un contexto de crisis energética en Ecuador, donde la generación de electricidad ha enfrentado serias dificultades. El presidente Daniel Noboa había señalado previamente que las tarifas subsidiadas para las mineras eran «injustas», lo que llevó a la revisión de estas tarifas. Aunque no se especificó inicialmente si las acereras también estarían sujetas a este cambio, la resolución de Arconel aplica a todas las empresas del grupo AV2.
Las nuevas tarifas eléctricas establecen un costo que oscila entre USD 0,0748 y USD 0,0986 por kilovatio hora (KWh), dependiendo del horario de consumo. Este ajuste representa un aumento significativo en comparación con las tarifas anteriores, que variaban entre USD 0,054 y USD 0,081 por KWh. Las nuevas tarifas comenzarán a aplicarse a partir de noviembre de 2024, lo que implica un cambio inmediato en los costos operativos para estas empresas.
La modificación de las tarifas eléctricas tiene importantes implicaciones para el sector minero y acerero en Ecuador. Las empresas afectadas deberán adaptarse a los nuevos costos, lo que podría influir en su rentabilidad y en la planificación de sus operaciones. Además, este cambio podría ser un paso hacia una mayor equidad en el acceso a la energía, ya que busca eliminar subsidios que, según el gobierno, no eran justificados.
La reacción a esta resolución ha sido variada. Algunos expertos sugieren que el ajuste es necesario para reflejar el verdadero costo de la energía en el país, mientras que otros advierten sobre el impacto que podría tener en la inversión y el desarrollo de proyectos mineros. A medida que Ecuador enfrenta desafíos en su sector energético, la implementación de estas nuevas tarifas podría ser un indicativo de un cambio más amplio en la política energética del país.
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