Virginia Giuffre, la mujer que expuso los abusos sexuales cometidos por Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, murió a los 41 años en su casa de Neergabby, Australia Occidental. La familia confirmó que la causa de la muerte fue suicidio. Giuffre se hizo conocida internacionalmente por exponer la red de tráfico sexual liderada por Epstein, de la que fue víctima cuando era adolescente. También acusó al príncipe Andrés del Reino Unido de abuso sexual, lo que resultó en un acuerdo extrajudicial en 2022.
Reclutada a los 16 años por Ghislaine Maxwell mientras trabajaba en Mar-a-Lago, Giuffre fue sometida a años de abuso antes de escapar en 2002. Posteriormente se dedicó a apoyar a otras víctimas de explotación sexual, fundando la organización sin fines de lucro Speak Out, Act, Reclaim (SOAR), anteriormente conocida como Victims Refuse Silence. Su trabajo ha sido fundamental para crear conciencia sobre la trata sexual y promover la justicia para las víctimas.
En las semanas previas a su muerte, Giuffre compartió en las redes sociales información sobre un accidente automovilístico que involucró a un autobús escolar, afirmó haber sufrido insuficiencia renal y dijo que solo le quedaban unos pocos días de vida. Sin embargo, la policía local informó que el accidente fue considerado menor y que no se reportaron heridos. Además, enfrentó problemas legales relacionados con una orden de restricción contra su exmarido, que ella negó haber violado.
La muerte de Giuffre representa una pérdida para los movimientos que luchan contra la explotación sexual. Su valentía al enfrentarse a figuras poderosas y su dedicación para apoyar a otras víctimas dejaron un legado duradero. Se la recuerda como una defensora incansable de los derechos de las víctimas y una voz crucial en la lucha contra la trata sexual.
Jeffrey Epstein, acusado de operar una red de tráfico sexual, murió en 2019 en una prisión de Nueva York mientras esperaba el juicio. Ghislaine Maxwell, su cómplice, fue condenada en 2022 a 20 años de prisión por su papel en los crímenes. Las acusaciones de Giuffre fueron esenciales para llevar a ambos hombres ante la justicia y exponer el alcance de los abusos cometidos.
Virginia Giuffre deja tres hijos y un legado de coraje y resiliencia. Su historia continúa inspirando y creando conciencia sobre la importancia de luchar contra la trata sexual y apoyar a las víctimas.