Los helicópteros entregados al Ejército, por el presidente de la República, Daniel Noboa, están destinados a brindar soporte en operaciones de combate. Estas aeronaves, específicamente los helicópteros franceses H225, representan una versión modernizada del modelo Super Puma.
Con una velocidad aproximada de 280 km/h, los helicópteros tienen la capacidad de volar de forma continua durante un máximo de tres horas.
El Ejército ha incorporado estos nuevos helicópteros, proporcionados por el presidente Daniel Noboa, los cuales poseen las siguientes especificaciones: pueden transportar hasta 23 pasajeros, una tripulación de cuatro personas y carga con un peso máximo de 4 500 kilogramos.
La autonomía de vuelo de hasta tres horas ininterrumpidas, hace referencia a la distancia que pueden recorrer con un tanque de combustible lleno, desde el despegue hasta el aterrizaje.
Según datos oficiales del Gobierno, estas dos unidades fortalecerán la capacidad operativa de la Brigada de Aviación. Estas aeronaves están equipadas con sistemas de visión nocturna, grúas y dispositivos para apagar incendios. También están diseñadas para ejecutar misiones como:
- Apoyo en enfrentamientos armados
- Soporte en operaciones militares
- Actividades de reconocimiento
- Evacuaciones médicas
- Búsquedas en zonas de difícil acceso
El comandante Delgado informó que los tres helicópteros restantes llegarán al país entre los meses de agosto y octubre, lo cual permitirá ampliar el alcance de los operativos militares en diferentes zonas del territorio nacional.
La inversión total para la adquisición de las cinco aeronaves asciende a 90 millones de dólares. Durante el acto de entrega de los dos primeros helicópteros, Daniel Noboa manifestó que las estructuras criminales, presentes tanto en las calles como en la política, han intentado “debilitar su credibilidad y la confianza de los ecuatorianos, pero se encontraron una institución militar sólida”.
Finalmente, de acuerdo con las declaraciones del comandante de la Fuerza Terrestre, Henry Delgado, estas aeronaves han sido incorporadas como herramientas para enfrentar amenazas y factores de riesgo, incluyendo el crimen organizado.