El presidente Daniel Noboa salió de Otavalo a bordo de un helicóptero militar, bajo fuertes medidas de seguridad, tras enfrentarse a intensas manifestaciones y hostilidad pública en las calles. Fuentes locales e imágenes filtradas en redes sociales confirman que fue escoltado por tropas y abordó la aeronave en medio de protestas.
El despegue aéreo se produjo pocas horas después de un acto oficial en la ciudad, marcado por entregas simbólicas y discursos. Mientras tanto, los manifestantes interpretan el uso del helicóptero como una medida extrema de protección personal en medio del empeoramiento del clima político.
Residentes de Otavalo y manifestantes que asistieron al evento denuncian que se desplegó una presencia militar reforzada, con vehículos y oficiales armados, alrededor de la zona de embarque, lo que convirtió la zona en un perímetro de alta seguridad.
Este vuelo refuerza las críticas de opositores y movimientos sociales, quienes acusan al presidente de distanciarse de su base popular en tiempos de crisis. Para ellos, la decisión de volar refuerza la idea de un Gobierno blindado, desconectado de las realidades que enfrenta.
Las organizaciones de derechos humanos observan la situación con preocupación, advirtiendo que las medidas de protección extremas tomadas contra el jefe de Estado contrastan con los informes de represión contra manifestantes, congelamiento de cuentas y suspensión de señales de comunicación en las comunidades involucradas en el paro nacional.
La presencia del presidente Noboa en Ambato, que está recibiendo atención nacional y regional, coincide con acusaciones de que el enfoque político del día está desviando la atención informativa de lo que sucede en otras provincias, lo que genera quejas de líderes locales que exigen una cobertura equitativa de las demandas e incidentes en sus regiones.