Este año 2020 se conmemora el 75º Aniversario de la creación de Naciones Unidas y también, por desgracia, recordamos en estos días uno de los episodios más oscuros de la historia de la organización: el genocidio perpetrado contra la población bosnio-musulmana en el enclave de Srebrenica.
Declarada zona segura por la ONU en abril de 1993 junto a otras poblaciones -como Zepa y Gorazde-, las fuerzas de Unprofor asumieron la responsabilidad de proteger a la población civil, al amparo de la resolución 819 del Consejo de Seguridad.
Sin embargo, tras el ominoso episodio desarrollado entre los días 10 y 14 de julio de 1995, se iniciaría el largo y espinoso proceso de delimitación de responsabilidades sobre la comisión del genocidio perpetrado en Srebrenica -por acción u omisión- y del que la propia organización no quedó excluida.
La agresión por parte de las milicias serbo-bosnias, al mando del general Ratko Mladic, se produjo en el contexto del complejo conflicto que se estaba desarrollando en la República de Bosnia-Herzegovina desde su declaración de independencia en 1991 y su posterior reconocimiento internacional mayoritario por parte de la comunidad internacional durante el mes de abril de 1992.
La contienda bélica entre bosnios, serbios y croatas por hacerse con el control territorial de las localidades en las que constituían la mayoría étnica fue muy cruenta.
Fuente: BBC MUNDO