Después de una larga espera, Pedro Castillo se convierte este miércoles en presidente de Perú. La confirmación de su victoria se demoró 43 días, los que pasaron desde la segunda vuelta de las elecciones presidenciales hasta que el Jurado Nacional de Elecciones completó la revisión de más de 200.000 votos solicitada por la candidatura de su rival, Keiko Fujimori, y dio a Castillo como ganador por el estrecho margen de 44.000.
Castillo, un maestro de escuela con experiencia como sindicalista pero poco conocido para el gran público antes de la campaña electoral, fue finalmente declarado presidente electo y jura su cargo este 28 julio, cuando Perú celebra el bicentenario de su independencia. Bajo el lema «no más pobres en un país rico», Castillo ha prometido un Perú más justo.
Fujimori y otras voces destacadas, como la del escritor Mario Vargas Llosa, aseguran que Castillo empujará a Perú hacia el comunismo y el país podría correr la misma suerte que Cuba y Venezuela. Varios de los partidos representados, empezando por la Fuerza Popular de Keiko Fujimori, han anunciado una oposición frontal y los problemas se plantearán desde el primer día, ya que la demora del resultado electoral definitivo ha reducido a unos pocos días la transición del gobierno de Francisco Sagasti al nuevo de Castillo.