Una nueva alternativa que comienza dar frutos en Europa, la bioeconomía involucra la utilización de recursos, procesos y principios biológicos para proporcionar bienes y servicios a todos los sectores económicos. Productos de mayor valor añadido tales como antioxidantes, proteínas o pigmentos o procesos como combustión o síntesis de la biomasa como materia prima para sustancias químicas y para fines energéticos (etanol, biodiesel, biogás)
Actualmente la sociedad global tiene la necesidad de encontrar una vía alternativa en sus relaciones económicas y sociales para armonizarse con la naturaleza. Algunos países ven potencial en la puesta en valor de su riqueza natural para obtener productos y servicios como otro camino que desplace el uso del petróleo como fuente de energía y materia prima. La bioeconomía fomenta nuevas esperanzas.
En Ecuador para poder garantizar la sustitución del modelo extractivo petrolero, la bioeconomía debería al menos igualar o superar las contribuciones económicas del petróleo. Un enorme desafío considerando que el 45% del total de exportaciones están relacionadas al sector petrolero y contribuye con 11% del PIB. Como punto a favor, la contribución de la bioeconomía al PIB ecuatoriano en el 2017 sería del 13,06%.
Entonces la bioeconomía tendrá sentido si se crean condiciones para una transición socio-ecológica que requiere cambios estructurales en el modelo global de consumo, la concentración de la riqueza, y la internalización de los costos ambientales y sociales. La certeza de la bioeconomía debe convencer al mundo de despertarse, reaccionar y tomar la iniciativa para dar un giro a sus relaciones con la naturaleza.