Esta misteriosa construcción subterránea tiene lugar en un desierto en la parte más occidental de China. Allí, en la zona más árida y extrema de la provincia de Xianjiang, a más de 2.000 kilómetros de Pekín, científicos estadounidenses han detectado lo que creen que se trate de uno de los esfuerzos más significativos del país asiático para expandir su capacidad nuclear.
Las imágenes satelitales captadas por investigadores del Centro James Martin de Estudios de No Proliferación en Monterey, California, muestran lo que, en su criterio, son silos o depósitos para albergar unos 110 misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés). Los silos de misiles son una estructura en forma de pozo que almacenan estos proyectiles y sirven tanto para protegerlos como para lanzarlos.
Estos hallazgos son relevantes ya que por el secretismo que ha mantenido China por años sobre su armamento nuclear, estas imágenes son la única aproximación que tenemos a lo que está sucediendo allí. La política oficial china hacia las armas nucleares ha sido no desclasificar este tipo de informaciones sobre su armamento, por lo que generalmente lo que sabemos es a partir de estos informes que realizan expertos y científicos de otros lugares. Cabe recalcar que toda actividad nuclear no informada puede desencadenar un sin numero de misterios que ponen en alerta a la sociedad mundial en general.