Arizbeth Dionicio Ambrosio, una agente de policía de 33 años que brindaba apoyo en labores de rescate en Acapulco, México, tras el paso del devastador huracán Otis, realizó un acto de bondad notable. Escuchó el llanto de un bebé y, al investigar, encontró a la madre del infante, quien afirmaba que el bebé no había comido durante más de dos días y lloraba de hambre.
Arizbeth, madre de un bebé, ofreció amamantar al niño en apuros. La madre afectada por el huracán aceptó, y Arizbeth dio de lactar al pequeño, expresando su emoción al decir: «Se siente bonito. Es un bebé, si algo nos duele más como madres es que sea un bebé en estas circunstancias».
El momento quedó registrado en fotos y videos que fueron compartidos en redes sociales y que motivaron una ola de reacciones por parte de los usuarios de dichas plataformas.