En junio, el gobierno planea eliminar gradualmente el subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís, lo que implicará un aumento de USD 0,26 por galón, llegando a un costo de USD 2,72. Sin embargo, se espera que los precios continúen aumentando hasta alcanzar los USD 3 por galón, el nivel internacional.
El economista Santiago García considera que este retiro gradual del subsidio y el mecanismo de compensación a ciertos sectores como taxis y transporte mixto mitigarán un impacto significativo en los precios, limitando así el efecto inflacionario.
Otro factor que contribuye a mantener la inflación bajo control es el bajo consumo. La economía ecuatoriana enfrenta desafíos significativos con un crecimiento proyectado cercano a cero para 2024 según el FMI. Esta falta de crecimiento económico se traduce en un consumo de hogares que no está acelerado, sino en declive, lo cual actúa como un freno al aumento generalizado de precios.
En términos de inflación para este año, se espera que oscile entre el 3% y el 3.5%, dentro del promedio de los últimos cinco años. Eventos como el incremento del IVA en abril contribuyeron a un aumento puntual de la inflación, pero en mayo se registró una inflación negativa, destacando nuevamente el impacto del bajo consumo en la estabilidad de los precios.
El bajo nivel de consumo en Ecuador se explica en parte por un mercado laboral con creciente subempleo y una economía que no genera suficiente producción para impulsar ingresos significativos para la mayoría de la población. Esto limita la capacidad de las familias para consumir y, por ende, afecta el crecimiento económico al desincentivar la producción empresarial y la inversión en sectores productivos.
El gobierno ecuatoriano enfrenta el desafío de implementar políticas productivas efectivas y facilitar el acceso al crédito para estimular el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de la población.
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