Después del bombardeo en Angostura el 1 de marzo de 2008, donde murieron Raúl Reyes y otros 22 guerrilleros de las FARC, incluido Wilson Macías Peña, su hermano Róbinson inició una búsqueda para encontrar su cuerpo desaparecido. Róbinson, quien también perteneció a las FARC y luego firmó el Acuerdo de Paz en 2016, se ha dedicado a la búsqueda de desaparecidos, incluidos excombatientes y civiles enterrados por las FARC.
Según la investigación de El Espectador, los cuerpos de algunos guerrilleros habrían sido sepultados en el cementerio de San Diego, en el centro de Quito, por una congregación religiosa después del bombardeo. Róbinson ha solicitado ayuda a la Cancillería de Colombia y al Comité Internacional de la Cruz Roja para identificar, exhumar y posiblemente repatriar los restos. Sin embargo, después de cuatro años, estas gestiones no han dado resultados debido a la falta de respuesta de las autoridades ecuatorianas, a pesar de los esfuerzos continuos de las familias afectadas.
El incidente de Angostura también provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia, acusando Ecuador a Colombia de violar su soberanía territorial. Este conflicto generó tensiones regionales y requirió mediación internacional para buscar una solución diplomática, que finalmente fue abordada durante una cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo, donde los presidentes Uribe y Correa se comprometieron a restablecer la confianza mutua.
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