Un gran fallo informático en el sistema de Microsoft provocó este viernes 19 de julio de 2024 incidencias importantes en todo el mundo, afectando a aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias e industrias de telecomunicaciones.
La denominada ‘pantalla azul de la muerte’ ha aparecido al encender muchos de los ordenadores en las últimas horas. Este pantallazo azul (BSoD, Blue Screen of Death, en sus siglas en inglés) aparece cuando el sistema operativo de Microsoft Windows no puede recuperarse de un error del sistema o considera que no va a poder hacerlo. Y se detiene, se congela, no puede seguir funcionando.
Las principales aerolíneas estadounidenses, entre ellas Delta, United y American Airlines, suspendieron sus vuelos a primera hora debido a «problemas de comunicaciones», informó la Administración Federal de Aviación.
Problemas similares afectaron los aeropuertos de Berlín, en Alemania; al neerlandés de Ámsterdam-Schiphol, al de Hong Kong y a la totalidad de aeródromos españoles, indicaron los gestores aeroportuarios de estos países. En Suiza, el aeropuerto de Zúrich, el primero del país, informó que había suspendido los aterrizajes hasta nuevo aviso.
Además de compañías aéreas y aeropuertos, el fallo informático afectó también a hospitales neerlandeses, a la Bolsa de Londres y al operador ferroviario británico.
Las emisiones de la cadena británica Sky News se vieron interrumpidas y en Australia, la cadena nacional ABC declaró que sus sistemas se habían visto afectados por un fallo «importante».
El problema impactó también en las «operaciones informáticas» de los Juegos Olímpicos de París, informó el comité de organización del evento, a una semana de la ceremonia de apertura el 26 de julio.
En una notificación publicada en su página web, la empresa estadounidense Microsoft indicó que los problemas empezaron el jueves a las 19:00 (GMT) y que afectaron a los usuarios de Azure, su plataforma en la nube, que controlan el software de ciberseguridad Crowdstrike Falcon.
El apagón mundial de Microsoft se debe a una actualización de un programa de ciberseguridad de Crowdstrike, proveedor de Microsoft. El director general de Crowdstrike, George Kurtz, indicó que los clientes se vieron afectados «por un defecto encontrado en una actualización de contenido de los usuarios de Windows».