Las Fuerzas Armadas de Ecuador llevaron a cabo una serie de operativos en los cantones de Sígsig y Ponce Enríquez, en la provincia de Azuay, con el objetivo de erradicar la minería ilegal. Durante estas intervenciones, se destruyeron 45 campamentos mineros y se confiscó una considerable cantidad de maquinaria y equipos utilizados para estas actividades ilícitas.
En Ponce Enríquez, el Ejército, en colaboración con la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), realizó una explosión controlada para inhabilitar una bocamina que estaba siendo utilizada para la minería ilegal. En el lugar, se encontraron sacos de nitrato de amonio y varios tacos de explosivos, lo que evidencia la peligrosidad de estas operaciones clandestinas.
El operativo en el cantón Sígsig fue particularmente exitoso, ya que no solo se destruyeron campamentos, sino que también se neutralizaron 13 dragas y cinco excavadoras. Las autoridades registraron múltiples sitios de minería ilegal a lo largo del río Santa Bárbara, donde se identificaron ocho lugares en total.
Además de la maquinaria, se confiscó una variedad de materiales, incluyendo generadores eléctricos, tanques de oxígeno y diferentes tipos de explosivos. Durante estas acciones, se desalojó a 26 personas que se encontraban en los campamentos, lo que subraya la magnitud del problema de la minería ilegal en la región.
El 5 de octubre, el Ejército también destruyó tres bocaminas en Ponce Enríquez, que se sospechaba estaban siendo utilizadas por grupos criminales organizados. Estas acciones son parte de un esfuerzo más amplio del gobierno para combatir la minería ilegal y sus efectos negativos en el medio ambiente y la seguridad pública.
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