Este martes 24 de diciembre en la ciudad de Quito, Pedro José Restrepo Bermúdez, padre de los hermanos Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo, falleció a los 81 años de edad a causa de una insuficiencia respiratoria crónica y una parálisis diafragmática. Pedro Restrepo, recordado por su incansable lucha durante 36 años para poder encontrar a sus hijos, dejó este mundo sin haber conocido lo que realmente pasó con ellos.
Tras conocerse el lamentable hecho, muchas autoridades e instituciones expresaron sus notas de pesar, una de ellas la de la Asamblea Nacional, que, hoy por hoy están tratando de exigir justicia y verdad en un caso similar a este, como es la extraña desaparición de los cuatro menores en Guayaquil. «La Asamblea Nacional expresa su solidaridad a Ma. Fernanda Restrepo, ante el sensible fallecimiento de su padre, Pedro Restrepo Bermúdez. Su lucha por la verdad y los derechos humanos, su incansable búsqueda de justicia, dejan un legado imborrable en el país», manifestó la Asamblea a través de una publicación en su cuenta de X.
Antes de su fallecimiento, Pedro Restrepo ya era para muchos un símbolo de lucha por los derechos humanos y la búsqueda. Carlos Santiago y Pedro Andrés, sus dos hijos, desaparecieron el 8 de enero de 1988 tras ser detenidos por Policías en un operativo en la ciudad de Quito. Durante años, sus hijos fueron un motivo de lucha para exigir justicia pues, a pesar de que los días transcurrían y no había información sobre ellos, Pedro Restrepo, se presentaba todos los miércoles en los exteriores del Palacio de Gobierno para exigir información que ayudase en la búsqueda de sus hijos.
En el año 1998, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, condenó el caso como un crimen de Estado, obligando al Gobierno el pago de una indemnización de USD 2 millones a la familia Restrepo, además de la sentencia de 4 a 16 años de prisión para siete policías implicados en el hecho. Años más tarde, en 2009, finalmente, la Comisión de la Verdad de Ecuador declaró a los hermanos Restrepo víctimas de desaparición forzada.