Este 2 de mayo, varios ciudadanos de las calles Brasil y Coronel del centro de Guayaquil denunciaron un caso de negligencia parental tras observar a un pequeño niño asomado peligrosamente al balcón de un edificio residencial. La escena, grabada por vecinos y compartida en redes sociales, generó indignación y preocupación por la seguridad del menor.
Los testigos informan que el infante permaneció solo en el balcón durante varios minutos sin ninguna supervisión adulta aparente. La falta de redes o barreras de seguridad aumentó el riesgo de caídas, lo que llevó a los residentes a alertar a las autoridades pertinentes.
El incidente reaviva el debate sobre la responsabilidad de los padres o tutores a la hora de supervisar a los niños en entornos potencialmente peligrosos. Los expertos en seguridad infantil destacan la importancia de las medidas preventivas, como la instalación de protecciones en balcones y ventanas, así como la supervisión constante de los menores en lugares altos.
Casos similares se han registrado en otros barrios, lo que pone de relieve la necesidad de realizar campañas de concienciación sobre los riesgos de los accidentes domésticos que afectan a niños. La colaboración entre ciudadanos, autoridades y agencias de bienestar infantil son esenciales para prevenir tragedias.
Hasta el momento no hay información sobre acciones legales emprendidas contra los responsables del niño en Guayaquil. Sin embargo, el caso sirve como advertencia sobre la importancia de la vigilancia y el cuidado de los menores, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas.
Las autoridades locales refuerzan el llamado a la población para que denuncie las situaciones de riesgo que involucren a niños, utilizando los canales oficiales disponibles. La protección infantil es una responsabilidad colectiva que requiere atención y acción inmediata ante cualquier señal de negligencia o peligro.