El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dio paso a una resolución gubernamental para poder ocupar indefinidamente la Franja de Gaza en Palestina. «Estamos ocupando para quedarnos», agregó el líder hebreo. De igual manera, las autoridades israelíes, con el dictamen del gabinete de seguridad, desbloquearon la entrada de ayuda humanitaria, pero con la vigilancia permanente de contratistas y funcionarios privados y estatales enviados por Jerusalén.
Este domingo, el gabinete de seguridad, viabilizó asimismo el aumento de las operaciones militares en Gaza, con la finalidad según ellos, de terminar con el terrorismo implantado por el grupo Hamás, quien además también tiene su brazo político que controla administrativamente la región.
El poder militar israelí ha resurgido tras la admisión a las fuerzas armadas de decenas de miles de reservistas, lo cual incide de manera importante sobre la agresión a la población civil del pueblo palestino. Uno de los funcionarios que integran el gabinete, explicó que los ataques a Gaza serán de conquista, y que toda la población civil tendrá que migrar al sur, por lo que la ONU reaccionó inmediatamente.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, rechazó enfáticamente la medida de amenaza militar y conquista, y destaca que el desplazamiento forzado de la población civil, se constituye en una violación a los derechos humanos fundamentales.