Ecuador entra en tres días de duelo nacional tras la brutal emboscada que cobró la vida de once soldados durante un operativo antiminería en la región amazónica. El ataque ocurrió el viernes 9 de mayo de 2025 en el sector de Alto Punino, cerca de la frontera entre las provincias de Napo y Orellana, una zona afectada por la minería ilegal de oro y la actividad de grupos armados. Las Fuerzas Armadas del Ecuador confirman que la emboscada tuvo como objetivo a uno de los cuatro equipos desplegados en helicóptero desde la 19.ª Brigada de Selva de Napo.
El presidente Daniel Noboa declaró a los soldados caídos como héroes nacionales y prometió que el crimen no quedará impune. En un comunicado nacional, la Presidencia destacó que estos hombres perdieron la vida defendiendo el bienestar y la seguridad del país. El duelo nacional continúa hasta el lunes, en homenaje a su sacrificio y señalando la gravedad del incidente.
El Ejército informa que la emboscada involucró el uso de explosivos, granadas y fusiles, lo que resultó en la muerte de once soldados y heridas a uno más. También se confirmó la muerte de un atacante. El ejército identificó a los perpetradores como miembros de los Comandos de la Frontera, un grupo disidente vinculado a la antigua guerrilla de las FARC. Sin embargo, según informes, el grupo niega su responsabilidad en la masacre.
El nombre de los militares asesinados se dio a conocer tras iniciar las investigaciones del caso:
Teniente José Luis Iza Sánchez
Teniente Jorge Alexander Andrade Bastidas
Sargento segundo Héctor Marcelo Mullo Bravo
Cabo primero Walter Willian Andrango Toapanta
Cabo segundo Diego Orlando Lomas Ramírez
Cabo segundo Víctor Adrián Vera Minga
Cabo segundo Anthony Brayan González Canchig
Cabo segundo Danilo Javier Caiza Torres
Cabo segundo Jefferson Iván Alvarado Cerda
Cabo segundo Georvi David Vega Jiménez
Soldado Marlon Rodrigo Guamushig Reysancho
La emboscada pone de relieve el creciente peligro que enfrentan las fuerzas ecuatorianas en su lucha contra la minería ilegal en zonas remotas de la Amazonía. La zona de Alto Punino, aislada y estratégicamente ubicada, es cada vez más utilizada por grupos criminales para explotar recursos auríferos y evitar ser detectados. Las autoridades militares han descubierto recientemente otros sitios sospechosos, incluyendo una pista de aterrizaje clandestina camuflada como un centro religioso, lo que revela aún más la magnitud del crimen organizado en la región.
La reacción pública es rápida y emotiva, y la Asamblea Nacional, los ministros del gobierno y la ciudadanía expresan su dolor y solidaridad con las familias de los caídos. Las instituciones militares celebran ceremonias en honor a los soldados, reafirmando su condición de héroes nacionales y haciendo un llamado a la justicia y la unidad. La tragedia conmociona a todo el país, reforzando la necesidad de fortalecer las medidas de defensa y seguridad.
Según se extiende el duelo, el gobierno enfrenta una creciente presión para responder con decisión a la amenaza de los grupos criminales armados que operan dentro de sus fronteras. Pese a que el presidente Daniel Noboa aún está en su viaje de regreso tras la gira internacional que mantuvo, reiteró a través de sus canales oficiales de comunicación, el compromiso de su administración con la búsqueda de justicia y la salvaguardia de la soberanía nacional, esto, mientras continúan las operaciones militares en la Amazonía en medio de una alerta máxima y una nación en duelo.