Los bomberos de Portugal anunciaron este martes que sofocaron un enorme incendio forestal que ardió durante cuatro días, causó 39 personas heridas y dejó un rastro de destrucción.
Unos 1.000 bomberos se mantenían alertas ante los restos humeantes y algunas brasas en la región propensa a incendios, en medio de rachas de viento y temperaturas que rondaban los 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit), precisó el director de la Agencia de Protección Civil, Luis Belo Costa.
Un terreno montañoso y bosques espesos de pinos y eucaliptos obstaculizaron la respuesta de los bomberos contra el incendio, centrado en el distrito de Castelo Branco, a 200 kilómetros (unas 125 millas) al noreste de Lisboa, dijo Belo Costa.
Ya controlado el incendio, el paisaje pintoresco quedó salpicado de decenas de casas, granjas y vehículos chamuscados.
Las laderas cubiertas de bosques espesos atraen a turistas cada verano, pero desde hace mucho son propensas a incendios.
Los expertos dicen que Portugal debe desarrollar un «mosaico» más diverso de especies de árboles, algunos de ellos más resistentes que los pinos y eucaliptos, pero estos árboles ofrecen medios de sustento a los locales, que ganan dinero de la explotación forestal y otros negocios relacionados.
La importante industria de la celulosa de Portugal también utiliza los eucaliptos, que el año pasado generaron ventas por 2.700 millones de euros (3.000 millones de dólares).
Alrededor de Macao, un pueblo de unos 2.000 habitantes, Fernando Fernandes, de 53 años, quería rescatar sus pinos, pero él y su esposa tuvieron la fortuna de escapar vivos de las llamas.
«Casi muero aquí con mi esposa por culpa de todos estos pinos. El viento era muy fuerte, realmente la vimos cerca, muy cerca», dijo.
«En 2017, todo se incendió aquí y bajaron los precios de la madera, así que estaba esperando recuperarme, pero ahora nada escapó» del fuego, agregó. «Tenía muchos buenos pinos gruesos para madera, pero ahora todo se fue».
Portugal, víctima de su mala gerencia forestal, es desde hace mucho el país del sur de Europa en donde hay más incendios forestales.
El cambio climático representa otro desafío para el país, pues ahora trae veranos más calurosos, secos y largos.
Desde 2010, el país ha tenido un promedio de 20.000 incendios al año, de varios tamaños.
Al menos 106 personas murieron en la peor temporada de incendios de Portugal en 2017.
Fuente: El Universo